martes, 31 de mayo de 2011

Más allá del deseo.

Entre miradas que se enlazan, una sonrisa que atrapa, unas cuántas palabras y quedamos ahí, como si nada.
Esa sensación que no pensaste sentir en menos de dos horas, esa noche existió..existió aquí en medio de los dos. Los pasillos, la gente, las luces, mil colores destellantes que mueven tu cuerpo a su gusto.

Esas bebidas que nos vuelven una víctima más de los impulsos, fueron el veneno inyectado con deseo. La bulla desapareció y ahora solo estamos tú y yo, un vino tinto tan espeso como la sangre que corre por estas venas llenas de adrenalina, y la luna de testigo.

En cada lazo de tu pelo me perdí, me enredé en la profundidad de tus ojos, y esos labios, tan finos que no besan, cortan. El movimiento de caderas, explorar cada parte de ti fue para mí lo que para un músico es la partitura, para un pintor su brocha, para un escritor su pluma. Al oído te dije "-Quiero marcar tu cuerpo con mis besos, como un tatuaje marca la piel-" y fue ese brillo de tus ojos lo que en ese momento me confundió.

Y ¿será que no era atracción si no odio? ¿Venganza tal vez? Tanto daño te han hecho, que hoy en un descuido o quien quita que sea una mala jugada de la vida.. vida que quedó en tus manos.
Aún me pregunto ¿Cómo es alguien capaz de fingir de esa manera? ..Ahora que entiendo el brillo de tus ojos, el frío de tus manos y el sudor de tu cuerpo, puedo afirmar que eres ese mal necesario que nadie quiere tener entre sus brazos.

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