La luz del día la hace fuerte, se siente tranquila y una sonrisa es su guarida, no quiere que se den cuenta que de noche es la más triste, soportando besos mal puestos en una boca que no merece ser herida, caricias sucias de un ser sin prejuicios ni moral, el alcohol, las drogas y un poco de cafeína son los culpables de esta desgracia.
Su cuarto es oscuro, en cada rincón se desparrama los recuerdos de cada noche donde las lágrimas son su compañía. Todos debajo de las sábanas nos escondemos de monstruos, fantasmas y duendes, imaginarios al final.. Pero ella no cree en la protección de la tela que está cubierta del olor de ese infeliz.
Llega la noche y con ella el dolor, el desespero y la impotencia. Él llega con miles de sonrisas marcadas en su rostro, no son sonrisas de felicidad, son sonrisas de deseo, lujuria. Ella sólo ruega que sean solo minutos los que marquen de nuevo su vida.
¿De qué sirve correr, gritar y pedir ayuda? Si departe de la vida ella solo recibe golpes de esa silueta perfecta del diablo. Y es solo el silencio lo que alivia ese dolor, lágrimas calladas que se unen con la sangre derramada en la cama.
Tantos golpes la dejaron inconsciente, siempre es así. Mañana será otro día y ella se encontrará de nuevo con la vida y con él, su progenitor, su padre, su maldición.
jueves, 16 de junio de 2011
La luna es culpable...

Escribe sobre su vida que ha durado un poco más de veinte años, pero ella la ha sentido eterna. Sus amores, hablar en plural es algo exagerado, pues si mucho es su compañera, felicidad eterna.
Entre palabras que se postran en un elocuente deletreo de sentimientos, la describe a ella, a su amor y su belleza.
¿Será la noche quien causa esta locura? El amor dibujado en la luna, las flores y los colores.
Con cada beso encuentran un nuevo sentimiento, caricia de pasión que marca este mismo corazón.. Y en los dibujos de aquella mujer se refleja ese cuerpo lleno de vida...Vida que hacen las dos cada día.
Llega el amanecer y pasan desapercibidas, quien las viera pensaría que son desconocidas, ni un saludo marca la partida.. Pero quien conozca de amor reconocerá que en sus ojos se refleja cada minuto de esas noches desveladas con la luna de guarida y una caricia entorpecida.
domingo, 5 de junio de 2011
En el muelle del olvido..

Un sueño guardado en el corazón, mil caricias y un amor. El tiempo cumplió lo prometido, los minutos se agotaron y él partió. Ella quedó vestida de blanco con un ramo en sus manos, el dolor de la partida de un ser amado invadió cada centímetro de su alma, sin mente y sin espíritu. ¿Y es que acaso la vida no le encuentra sentido a aquellas promesas que en algún momento soñaron ser cumplidas? ¿Dónde quedó ese "-Volveré por ti" de aquel hombre de ojos que no mentían?
Una carta con una flor tarareaban las canciones que marcaron aquel amor, uno que otro poema de Benedetti, las canciones de Juan Luis y cada verso de Silvio, se convirtieron en letras para el olvido.
Es justo que ella tan hermosa, con alma tan pura como el agua que acariciaba sus pies en ese muelle, tenga que esperar por él, su amante, su amor (?) ...Y ahí se quedó derramando lágrimas, esas de dolor, tan amargas que queman, lápiz negro regado por su piel, aquel vestido blanco con pétalos de clavel.. Muchos decían que estaba loca pero como tener cordura si su corazón se lo llevó él, en aquel viaje sin destino ni regreso.
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