jueves, 16 de junio de 2011

La luna es culpable...


Ella sale cuando la luna está difuminada, la luz de la luna es solo un insignificante resplendor sobre su rostro, las personas son escasas y las mentes vuelan. No quiere que la vean ni que se le acerquen, solo quiere escribir bajo la luz de una vela, con una pluma y aquella como compañera. Su inspiración, una musa de piel canela, labios rojos, ojos color madera y esa silueta tan única, tan bella.

Escribe sobre su vida que ha durado un poco más de veinte años, pero ella la ha sentido eterna. Sus amores, hablar en plural es algo exagerado, pues si mucho es su compañera, felicidad eterna. 
Entre palabras que se postran en un elocuente deletreo de sentimientos, la describe a ella, a su amor y su belleza. 

¿Será la noche quien causa esta locura? El amor dibujado en la luna, las flores y los colores. 
Con cada beso encuentran un nuevo sentimiento, caricia de pasión que marca este mismo corazón.. Y en los dibujos de aquella mujer se refleja ese cuerpo lleno de vida...Vida que hacen las dos cada día. 

Llega el amanecer y pasan desapercibidas, quien las viera pensaría que son desconocidas, ni un saludo marca la partida.. Pero quien conozca de amor reconocerá que en sus ojos se refleja cada minuto de esas noches desveladas con la luna de guarida y una caricia entorpecida.

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