lunes, 5 de septiembre de 2011

Tanto como tú, tanto como yo...

Existen personas buenas, personas malas, personas blancas, negras, sin gracia, con humor a la carta, que te hacen feliz, y hay personas que simplemente te cambian a vos como persona. A ese tipo de personas les tengo todos mis sentimientos y reacciones encima, hasta envidia les tengo. ¿Cómo es capaz un ser humano, que por ética es igual a uno, crear una montaña rusa con tus emociones? Sé que todos hemos tenido la gran oportunidad o la fatal desgracia de conocer a alguien de esta calaña.

En el momento que nos topamos con el remolino andante de nuestras emociones, confundimos cada sentido, los colores cambian de matices, algunos oscuros y unos tan claros que nos enceguecen, y es ahí donde nos damos cuenta que la teoría del sentimiento más profundo e inexplicable, es cierta, el amor sí nos vuelve ciegos.

Que satisfactorio sería perderle el miedo a lo desconocido, tener el valor de caminar sobre ese sendero de obstáculos que nos arroja la vida, solo para encontrar a este ser que nos revuelque nuestra existencia. Quiero dedicarle mis sonrisas a los colores oscuros de mi historia y coger de la mano a las saturaciones más hermosas, quiero pisar como a un cigarrillo después de usado a los problemas que marcaron mi mente y levantar la mano con una dedicatoria argumentada.

Encontrarle sabor a lo insípido, buscar lo que no existe, llamar a un teléfono desconectado, pintar las nubes de mil colores que no estén en la gama, y pintarte a ti en el crepúsculo de la nada.

Mientras tanto, recojo piedras sin ninguna otra intensión de arrojarlas al río donde murió el amor que tenía por ese personaje, que en algún momento de su vida no pensó cambiarle la vida a una descabellada niñita; y yo, con una mano en la cabeza y la otra en... bueno, por ahí; le entregué mi vida... Pobre niñita.



jueves, 18 de agosto de 2011

Quedaron cosas para decirte..

Puedo quedarme mil horas naufragando en el vacío y siempre encontraré alguna razón para amarte, es la sensación de besarte sin rozar tus labios, sin sentir tu piel, sentir tu olor impregnado en mí, ese sin olor de la nada, de el todo, todo que encontré en tu mirada perdida.

Esa profundidad de los ojos negros que me miraron alguna vez sin compromiso, me miraron tal vez por la equivocación de un rostro, y ahora, para no regalar esa sensación al viento, pienso que me miraron por alguna razón que sólo esos ojos sabían explicar. Y cómo descifrar algo que nunca se ha escrito, si en las calles sólo encuentro un invierno detenido por tu sonrisa, flores desteñidas por el sin sabor de la vida; ¿Qué pueden esperar ellas? ¿Esperar que llegue la primavera? Sería una larga espera sin reloj, donde las personas, unas con otras se juntan, se miran, se besan, es como si la luna estuviera de fiesta y no quisiera dejar que se termine esta condena.

Encadername a un reloj para no caminar con el tiempo, para que tus manos sigan en mi pecho, mirar de nuevo al vacío y perderme en tus besos, ahogarme en el sueño para no despertar y seguir a tu lado. No quiero darme cuenta de que tú  no eres otra cosa más que eso, un sueño. 

Quiero hablarte de el libro que nunca leí, quiero contarte de los lugares donde nunca fui, de los viajes que nunca planeé, de los besos que nunca dí, presentarte las personas que no conocí para que entre tú y yo no haya interrupción. Puede que sea mejor fantasear a tu lado, que vivir sin fantasía un largo camino desolado. Quiero saber que ven tus ojos, quiero saber que dice tu boca, quiero saber tantas cosas.. Pero ¿qué puedo hacer?, ya no estás, te has ido, sin adiós ni un abrazo de abrigo. En este momento mientras escribo quemo tus cartas, corto tus fotos y empiezo a odiar a aquél que permitió que la vida se termine cuando la muerte gana la partida.

domingo, 31 de julio de 2011

Cotidianidades.

                                                   Desde un punto no tan lejano de una escandalosa discusión me encontraba, ella le gritaba, él la manoteaba, todo el mundo miraba, yo solo analizaba. Por un momento sentí "pena ajena" por los que alegaban, y me pregunté ¿Cómo es capaz el ser humano de discutir frente a mucha gente y no es capaz de hacer un discurso con cuatro o cinco personas? Y en respuesta a mi pregunta me dije: Aveces la rabia y la euforia de una pelea puede más que la dignidad.

Pero de esa misma respuesta encontré otra pregunta, ¿Qué es dignidad? Y analizando el caso de esta discusión llegué a la conclusión de que este par de personas, siendo pareja o lo que sea que fueran, estaban haciendo uso de su dignidad, muy bien he leído la dignidad es el método mediante el cual podemos hacer el ejercicio de la libertad propia.  Después de esto me permití no mirar más tal discusión que llevaba más de diez minutos en un mismo asunto del cuál mi audición no logró captar. Volteé mi cabeza y estaba un anciano de unos setenta y dos y un pequeñuelo que no tenía más de nueve, el anciano le explicaba el por qué de las actitudes humanas; yo estaría tan aburrida que ni lo estaría escuchando, pero el niño con cara de perro curioso lo escuchaba con atención.

De repente un joven me preguntó la hora, pegué un brinco de nada, pero mi corazón latía a mil, cómo no, si me había sacado de tan hermoso cuadro del viejo y el niño, él también se asustó, pero soltó una sonrisa de esas penosas y me preguntó de nuevo, miré mi reloj y eran las cinco y media en punto, en un segundo caí en cuenta de que llevaba más de dos horas analizando cada situación cotidiana que transcurrían en el día.

Tal vez alguien también analizaba mi situación: mujer, cabello rojo, uno sesenta y dos de estatura, aproximadamente, sentada en medio del parque donde no hay bancas ni muros, justo en el centro. ¿A quién estaría esperando?. Pero no, solo me gusta sentarme sola, hablar con el viento, mirar la desgracia y la felicidad de los demás solitarios, esperando ser algún día una situación más de ese parque desolado.

domingo, 24 de julio de 2011

Hace falta otra perspectiva.

Escucho los carross moverse más rápido que un segundero, las luces se difuminan en el frío de la noche, la luna se escondió tras las nubes o quién sabe qué la tape.. Almas deambulando con una copa en la mano, aún no mueren pero ese es el final de su camino. Vagabundas, rateros, alcohólicos, todos disfrazados de pies a cabeza, cuando salga el sol, gente del común.

Debajo de sábanas, con el televisor trasmitiendo una de esas películas ochenteras, mis manos en un estado de congelamiento severo y este aparato eléctrico que no sirve para más, o bueno no sirve para mí.. Mi estado se encuentra en una lucha de pensamientos, vagos sentimientos.. Qué más da.

Y me postro en la ventana a ver pasar a la gente, unos pensativos, otros acelerados, uno que otro con la mente en blanco, bueno, ese es el índice mayor. ¿Quién esperará a los acelerados? O tal vez ¿Qué asesino corre para llevar a cabo su plan?.. Qué más da.

En la perdida observación sin respuesta sobre los transeúntes que se meten a mi vista, de repente siento una mirada que clava en la mía, tal vez es alguien que también detalle como yo a las personas, yo a los de la calle, él a los bobos de las ventanas.. Pero ¿Por qué me ve a mí? Ya me está asustando, me mira tan fijamente que si fuera más audaz me desnudaría con la mirada, siento como se acelera su corazón, tanto como si fuera el mío..

Luce parecido a un conocido. Es esa sensación indescifrable de saber que ha pasado por tu vida pero aún no sabes quién es.. cosas que te dejan pensando toda la noche. Y así fue, esa noche quedo tatuado en mi mente, sin saber por qué. Al asomarme al espejo para ver que tan greñuda desperté, vi a aquel personaje de la noche del veintitrés, abrí los ojos, no lo podía creer, sin que nadie sepa, por fin, conocí a mí otro yo en ese día de atardecer.. el mismo con la mirada reflejada en el vidrio de mi ventana.

lunes, 11 de julio de 2011

"Mil noventa y cinco días y un amor"

Una historia escrita por las manos del amor era la que quería leer Luciana, entre libros que encontraba, cartas que le narraban, no descubría en ninguna página una historia de amor.. De amor verdadero, donde no todo es color rosa, donde también hay dolor, el hijo malcriado del amor; donde se vive, se siente, se sueña con solo presenciar algo parecido.

En uno de los cajones de su casa encontró un cuaderno, con carátula de libro y páginas envejecidas por el paso del tiempo. Al leer el nombre de este se enamoró; "Mil noventa y cinco días y un amor", así se llamaba el libro que la cautivó.

Luciana sin querer perder un minuto corrió a su habitación,  su principio no era usual, no empezaba con "Había una vez.." ni un "Todo comenzó.." era un principio único, familiar para ella, pero en ese momento se dejó llevar por el aroma de las páginas de amor.

Eran dos personajes los que vivieron esta historia, originada en el 2008.. Empezaron como dos desconocidos que en menos del tiempo que corre con el viento, fueron un par de amigos riéndose entre la multitud, compartiendo sus historias, unas más locas que otras, insignificantes personas quisieron cooperar con esta nueva amistad, digo insignificantes porque era claro que estos dos no necesitaban ayuda que sería en vano.. En medio de el clavado que Luciana había metido dentro del libro, su mente sobresaltó recordando todas las historias de aquellos príncipes y princesas que no escogieron su futuro que estaba en manos de la realeza; Luciana afirmó que si cada uno de nosotros tuviéramos la oportunidad de elegir, la princesa de el libro lo hubiera escogido a él como su elegido.

Sin darse cuenta habían pasado más de tres horas desde que halló aquel libro, pues se encontró con la historia que siempre había anhelado leer.. Los protagonistas en medio de su idilio, sufrieron como ninguno, las malas jugadas de la vida que más de una vez los separó, monstruos contra el amor intervinieron en su relación, ella añorando a su amado cada noche, susurraba su nombre. Él iba dejando pétalos negros en honor a su sufrimiento.. Luciana lloró en esta parte, las letras hacían volar su imaginación hasta adentrarse y sentir lo mismo que ellos en esa situación... Como todo libro pero con algo peculiar, ellos volvieron a su estado natural, el amor. Pisaron cada obstáculo, sientiéndose más fuertes, siguieron construyendo y escribiendo juntos..

Un golpe en la puerta interrumpió su lectura, era su madre que la saludaba desde afuera "-¿Qué lees?" preguntó, Luciana con brillo en su mirada y locura desaforada le respondió "-Es la más bella historia de amor"  Su madre se acercó y soltó más de una carcajada, "-¿Dónde encontraste esto? " le preguntó, "-En un cajón de tu cuarto", respondió..

Su madre cogió el libro y empezó a narrarle con voz de haber conocido la historia de dos en dos. En las últimas páginas un párrafo le entrecortó su voz.. decía así: "Mi amor hoy puedo decir que he conocido la alegría de sentir el amor que puede entregarte otra persona y a la que puedes entregar tu amor, no sé si es la máxima alegría pero sí se parece mucho al amor sincero y verdadero, gracias por mil noventa y cinco días y tú, mi único amor..." Y así finalizó este libro.. Luciana comprendió que esta historia no era otra de las miles historias de amor que se escriben todos los días en el mundo, amores que nacen, otros que mueren, unos complicados, unos que nunca son dichos y otros como el de sus padres que en medio de las dificultades camina de la mano con el tiempo.

miércoles, 6 de julio de 2011

Desde aquella noche..

Era de noche, algo así como las once y media de la noche, hacía frío y estaba sola en casa, mis padres estaban de fiesta, como era costumbre todos los viernes. Aproveché y puse todo mi repertorio rockandrollero a todo volumen.. Y solo me alumbraba una pequeña lámpara de cera.. De un momento a otro la luna se tornó más brillante y el viento más frío, mis dientes titilaban y mi cuerpo se entumecía... Era algo extraño, estaba casi segura que algo pasaba afuera.
Al asomarme vi al final del callejón que pasaba por mi ventana, una luz que me volvía ciega. Logré visualizar la silueta de una mujer.. Oh por Dios, ¡Qué mujer!

Algo me empujaba hacia ella. No sé si era su belleza o el misterio de sus ojos.. Corrí escaleras abajo, quería ver de inmediato qué pasaba donde aquella mujer, salí de mi casa y casi volé hacia ella..
En menos de un segundo la tenía en frente, pero detrás habían dos hombres, o eso creo, eran tan oscuros que se perdían en la noche, no logré definirlos...

Un dolor impactó mis sentidos y derrumbó mis fuerzas.. Desde ese momento lo único que sé es que soy uno de ellos, no por algún recuerdo de aquella noche si no por las marcas imborrables que tengo en mi cuello y muñecas y no menos importante, como la sangre calma mi sed.

martes, 5 de julio de 2011

Arriba se escribe mejor...

Era todo tan rutinario, se pasaban las horas y ella siempre pensando en  una historia más que escribir..
A sus nueve años no tenía nada más que hacer, su vida de colegio era tan agobiante, sus maestros eran monstruos atrapados en cuerpos humanos, sus compañeras, simples doncellas que escriben su vida en libros sin final, una más extraña que la otra..

Aquella infante con sueños de primavera, nunca vio la vida de otra manera. Las personas color madera pintaban cada pedazo de su historia con pesadillas complejas. Ana lucía nunca entendió por qué su madre la abandonó, pero agradecía que se hubiera retirado de su camino o si no ahora su vida estaría con su mamá hundidas en el vicio.

Su abuela de noventa y cinco murió de un cáncer maligno, antes de irse le dejó un cuaderno para que se entretuviera los domingos, donde solían jugar a la bruja y al mendigo, qué tristeza, era ella su único abrigo.. Chiquilla que crece con las horas del día, pasa en blanco el día en que su padre se fue y la dejó llorando, suplicando de rodillas que no se fuera de su lado, a este señor como muchos en las historias no le importó la tristeza que embargaba a este joven corazón..

Ahora muchos se preguntan qué pasó con Ana Lucía, se adelgazó y su cabello se tornaba más amarillo. ¿Cómo no desgastarse si su vida no tenía historia que leer?.. Una cuerda y unas pastillas eran su salida, armó su desdicha en media hora, se despidió de sus amigos: mateo, coquito y juanito... peluches nada más.

Aquel 23 de abril el cielo lloró su partida, se acercaron vecinos y niñas que fueron desconocidas, solo para preguntar que le había pasado a esa jovencita. Y así se apagaron las luces de una mente soñadora, las manos escritoras de ese cuaderno vacío, se congelaron para siempre.. Puede que ahora este al lado de su abuela viviendo un sueño y escribiendo en su cuaderno una verdadera historia de primavera.

jueves, 16 de junio de 2011

Si, un padre puede ser cualquiera...

La luz del día la hace fuerte, se siente tranquila y una sonrisa es su guarida, no quiere que se den cuenta que de noche es la más triste, soportando besos mal puestos en una boca que no merece ser herida, caricias sucias de un ser sin prejuicios ni moral, el alcohol, las drogas y un poco de cafeína son los culpables de esta desgracia.

Su cuarto es oscuro, en cada rincón se desparrama los recuerdos de cada noche donde las lágrimas son su compañía. Todos debajo de las sábanas nos escondemos de monstruos, fantasmas y duendes, imaginarios al final.. Pero ella no cree en la protección de la tela que está cubierta del olor de ese infeliz.

Llega la noche y con ella el dolor, el desespero y la impotencia. Él llega con miles de sonrisas marcadas en su rostro, no son sonrisas de felicidad, son sonrisas de deseo, lujuria. Ella sólo ruega que sean solo minutos los que marquen de nuevo su vida.

¿De qué sirve correr, gritar y pedir ayuda? Si departe de la vida ella solo recibe golpes de esa silueta perfecta del diablo. Y es solo el silencio lo que alivia ese dolor, lágrimas calladas que se unen con la sangre derramada en la cama.
Tantos golpes la dejaron inconsciente, siempre es así. Mañana será otro día y ella se encontrará de nuevo con la vida y con él, su progenitor, su padre, su maldición.

La luna es culpable...


Ella sale cuando la luna está difuminada, la luz de la luna es solo un insignificante resplendor sobre su rostro, las personas son escasas y las mentes vuelan. No quiere que la vean ni que se le acerquen, solo quiere escribir bajo la luz de una vela, con una pluma y aquella como compañera. Su inspiración, una musa de piel canela, labios rojos, ojos color madera y esa silueta tan única, tan bella.

Escribe sobre su vida que ha durado un poco más de veinte años, pero ella la ha sentido eterna. Sus amores, hablar en plural es algo exagerado, pues si mucho es su compañera, felicidad eterna. 
Entre palabras que se postran en un elocuente deletreo de sentimientos, la describe a ella, a su amor y su belleza. 

¿Será la noche quien causa esta locura? El amor dibujado en la luna, las flores y los colores. 
Con cada beso encuentran un nuevo sentimiento, caricia de pasión que marca este mismo corazón.. Y en los dibujos de aquella mujer se refleja ese cuerpo lleno de vida...Vida que hacen las dos cada día. 

Llega el amanecer y pasan desapercibidas, quien las viera pensaría que son desconocidas, ni un saludo marca la partida.. Pero quien conozca de amor reconocerá que en sus ojos se refleja cada minuto de esas noches desveladas con la luna de guarida y una caricia entorpecida.

domingo, 5 de junio de 2011

En el muelle del olvido..

Una pacto sellado con los dedos, con el corazón. Esa tarde donde la luna besó al sol, los pájaros cantaban más fuerte que nunca, sus ojos brillaban y sus corazones se juntaban en cada latir. El tiempo era el enemigo en aquel momento, cada respiro era menos aire que compartían juntos, quien respirara a su lado, conocería el olor del amor.

Un sueño guardado en el corazón, mil caricias y un amor. El tiempo cumplió lo prometido, los minutos se agotaron y él partió. Ella quedó vestida de blanco con un ramo en sus manos, el dolor de la partida de un ser amado invadió cada centímetro de su alma, sin mente y sin espíritu. ¿Y es que acaso la vida no le encuentra sentido a aquellas promesas que en algún momento soñaron ser cumplidas? ¿Dónde quedó ese "-Volveré por ti"  de aquel hombre de ojos que no mentían?

Una carta con una flor tarareaban las canciones que marcaron aquel amor, uno que otro poema de Benedetti, las canciones de Juan Luis y cada verso de Silvio, se convirtieron en letras para el olvido.

Es justo que ella tan hermosa, con alma tan pura como el agua que acariciaba sus pies en ese muelle, tenga que esperar por él, su amante, su amor (?) ...Y ahí se quedó derramando lágrimas, esas de dolor, tan amargas que queman, lápiz negro regado por su piel, aquel vestido blanco con pétalos de clavel.. Muchos decían que estaba loca pero como tener cordura si su corazón se lo llevó él, en aquel viaje sin destino ni regreso.

martes, 31 de mayo de 2011

Más allá del deseo.

Entre miradas que se enlazan, una sonrisa que atrapa, unas cuántas palabras y quedamos ahí, como si nada.
Esa sensación que no pensaste sentir en menos de dos horas, esa noche existió..existió aquí en medio de los dos. Los pasillos, la gente, las luces, mil colores destellantes que mueven tu cuerpo a su gusto.

Esas bebidas que nos vuelven una víctima más de los impulsos, fueron el veneno inyectado con deseo. La bulla desapareció y ahora solo estamos tú y yo, un vino tinto tan espeso como la sangre que corre por estas venas llenas de adrenalina, y la luna de testigo.

En cada lazo de tu pelo me perdí, me enredé en la profundidad de tus ojos, y esos labios, tan finos que no besan, cortan. El movimiento de caderas, explorar cada parte de ti fue para mí lo que para un músico es la partitura, para un pintor su brocha, para un escritor su pluma. Al oído te dije "-Quiero marcar tu cuerpo con mis besos, como un tatuaje marca la piel-" y fue ese brillo de tus ojos lo que en ese momento me confundió.

Y ¿será que no era atracción si no odio? ¿Venganza tal vez? Tanto daño te han hecho, que hoy en un descuido o quien quita que sea una mala jugada de la vida.. vida que quedó en tus manos.
Aún me pregunto ¿Cómo es alguien capaz de fingir de esa manera? ..Ahora que entiendo el brillo de tus ojos, el frío de tus manos y el sudor de tu cuerpo, puedo afirmar que eres ese mal necesario que nadie quiere tener entre sus brazos.

sábado, 21 de mayo de 2011

Puntos suspensivos....


¡Qué impacto!..Está tan callada que no lo soporto. Se pasan las horas, todos lo ven, todos lo sienten, pero yo, yo no lo siento, el tiempo se congeló y aquí sigo estupefacto, esperando de ella cualquier movimiento de aliento o algún comentario que calle el silencio. Pero no, todo sigue igual, y yo sigo aquí y  todos los demás, viendo como pasa la vida por delante. 

¿Qué más puedo hacer?, ¿Quién me quita este dolor? Sueños teñidos de púrpura guardados en un cajón. Ese joven que aquel día jugó, que con sus canciones inspiró, hoy ya no juega más, alguien su vida arrebató, sus alegrías esta noche son amargas melodías que salen de ese piano que no volverá a ser acariciado. Él estará bien, no te preocupes, pero, ¿y ella? Que no quedará de nuevo satisfecha con el arte que expresaba en cada piel, que lo tomaba como un lienzo o un papel, su mente grita pero su boca sin movilidad alguna calla. En ese letargo inmenso del silencio, de la nada. Pero.. ¿y yo? Ese frío que congela cada parte de mi cuerpo, ese miedo que se siente cuando ya no sientes nada, en esta larga espera, todos lloran, pero yo, yo no siento nada.

Y ¿Quién era ese que fue capaz de perturbar ese instante en el cual mis ojos la detallaban y mis manos la esculpían? ¿Quién le autorizó? ¿Acaso no hay nada en su pecho? ¿Es ahí hasta donde puede llegar la locura de un ser sin capacidad de amar o sentir? Tal vez sintió envidia de ese, quizás, amor que emitían mis ojos, pero no lo culpo, yo haría lo mismo.

Esos poemas escritos en tu nombre, tantos pensamientos, unas cuantas cartas remitidas hacía ti, esta noche quedarán debajo de la almohada donde solía soñar escuchando tu voz. Sin destino, sin lector. 

Lágrimas caen sobre este espejo como gotas de lluvia caen sobre la ventana, es mi madre quien escucho, no entiendo muy bien, dice algo así como -¿Por qué te lo llevaste? ¿Por qué, Por qué, Por qué?- . No entiendo nada. Ahí van, ¡son mis amigos! tengo que seguirlos pero a ella no la quiero dejar. Poco a poco el camino se vuelve más frío, las voces no se escuchan y mi madre ya no está. Una mano se apoya sobre mi hombro, es él, el pianista, mi  intachable rival, ese que se robo cada mirada, cada sonrisa, cada gesto, de ella, solo de ella. Lo miro sin pronunciar una sola palabra, él agacha su mirada y de su boca sale esa frase que siempre quise escuchar -No era a mí a quien dibujaba, era tu rostro el que la inspiraba-.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Explosión artística.

La gente grita miedo, yo grito ¡LIBERTAD! ¿Quién me apoya? ..Las mentes y corazones gritan desaforadamente pidiendo que su dueño grite también, pero.. no veo las manos levantadas, ¿es acaso miedo lo que les invade en este momento? ¿Es eso resignación lo que noto en sus miradas? ¡NO MÁS! ¡GRITEMOS SOBRE EL SILENCIO! ...No es necesario que pensemos igual, no es necesario que vistamos igual, ni que nos peinemos igual, y mucho menos que nos expresemos igual para que logremos ser escuchados por esas represiones y mentes sin equilibrio donde solo la lucha por el poder los guía. 

¡Somos únicos e irrepetibles! Cada quien con su forma de actuar, de pensar, caminar, hablar y expresarse. Todo lo que hagamos tiene un valor, ¡SOMOS ARTE! ..Negro, blanco, rojo, amarillo, todo el círculo cromático en todas sus variaciones, tonalidades, matices, contrastes y saturaciones.

Si eres negro, blanco, amarillo; cabello rojo, ojos grandes, nariz chata..Nada importa, ¡ERES TÚ!
Disfruta TU vida, dibújala, es TU arte.